Antes:
Participen en los simulacros con seriedad
y responsabilidad.
Identifiquen las señales de seguridad, las
rutas de escape y las zonas seguras. En su hogar, Determine los objetos que puedan
convertirse en un peligro durante un terremoto, como, por ejemplo, cuadros,
espejos, lámparas, macetas colgantes, et. y querellosos o asegúralos de manera
que no puedan caerle encima, de ocurrir un sismo.
Practique
simulacros de terremoto. Con anticipación, cada miembro de su familia, oficina
o escuela debería saber dónde colocarse en caso de sismo; por ejemplo, debajo
de un escritorio o una mesa fuerte. Conozca dónde y cómo cerrar el paso de la
electricidad, el gas y el agua en los interruptores y tomas principales.
Mantenga una reserva de alimentos no predecibles y agua potable para al menos 3 días.
En lo posible manténgase tranquilo y permanezca en el interior mientras dure el
terremoto.
Durante:
Mantengan la calma, salgan del aula y
sigan las rutas de evacuación, ubíquense en las zonas de seguridad. Si está en la calle:
aléjese los postes y los cables eléctricos; en edificio: Métase debajo de una
mesa o escritorio, alejado de ventanas y paredes exteriores; en un restaurante
o un cine: Quédese donde esté. No corra hacia las puertas. Aléjese de las
repisas que contengan objetos que puedan caerle; Un carro en movimiento: Pare
tan rápido como sea posible y quédese dentro del vehículo hasta que pase el
temblor. Evite detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, puentes o cables
eléctricos.
Después:
Sepa que
después de un sismo, vendrán réplicas. Si el lugar donde se encontraba fue
afectado por el primer temblor, evite volver a él. Estas réplicas por lo
general son menos violentas que el sismo principal.
Si tiene que
mover a una persona inconsciente, estabilice primero el cuello y la espalda, y
luego pida ayuda inmediatamente. Si la víctima no está respirando, coloque
cuidadosamente a la víctima en posición para administrarle resucitación de boca
a boca.